Recordemos el antiguo adagio: La constancia todo lo vence. Creo que la primera vez que oí estas palabras fue siendo aín niño, en una escuela pública y jamás he oído que encierren una mayor verdad. Todos podemos aprender también de ellas.
Quien crea que debe triunfar en todas las ocasiones será un fracasado, puesto que nadie es perfecto.
El escolar que cree que debería lograr la mejor calificación en todas las asignaturas, no puede tirunfar, la vida no es exactamente perfecta. Aunque su dominio de cada una de las asignaturas sea excelente, tarde o temprano tendrá un maestro que rara vez conceda a los alumnos la mejor calificación.
La mujer que cree que todos sus rasgos habría de ser clásicamente perfectos esta degradando sus cualidades humanas, convirtiéndose en un muñeco.
Volvamos otra vez a nuestro viejo proverbio. Son muchas las personas que no tienen éxito porque ni tan siquiera intentan nada. Temen el fracaso; tienen que ser perfectos incluso la primera vez que intenten algo. Si este perfeccionismo es verdaderamente extremado, no intentarán nada nuevo... Porque podrían no triunfar la primera vez.
EL PERFECCIONISMO ES ENEMIGO DEL ÉXITO....