Recordemos el antiguo adagio: La constancia todo lo vence. Creo que la primera vez que oí estas palabras fue siendo aín niño, en una escuela pública y jamás he oído que encierren una mayor verdad. Todos podemos aprender también de ellas.
Quien crea que debe triunfar en todas las ocasiones será un fracasado, puesto que nadie es perfecto.
El ama de casa que cree que su hogar tiene que estar perfectamente limpio será desgraciada toda su vida. Las casa no son tubos de ensayo esterilizados. Nadie puede hacerlas antisépticas.
El escolar que cree que debería lograr la mejor calificación en todas las asignaturas, no puede tirunfar, la vida no es exactamente perfecta. Aunque su dominio de cada una de las asignaturas sea excelente, tarde o temprano tendrá un maestro que rara vez conceda a los alumnos la mejor calificación.
La persona que cree que nunca debe dejar de traslucir sus emociones no hace mas que contruir un muro a su alrededor. No esta siendo alguien noble ni perfecto; esta encarcelando su propio mecanismo de éxito.
La mujer que cree que todos sus rasgos habría de ser clásicamente perfectos esta degradando sus cualidades humanas, convirtiéndose en un muñeco.
El velador nocturno que se menosprecia a sí mismo todos los días de su vida porque no es médico, está traicionando sus cualidades positivas.
Volvamos otra vez a nuestro viejo proverbio. Son muchas las personas que no tienen éxito porque ni tan siquiera intentan nada. Temen el fracaso; tienen que ser perfectos incluso la primera vez que intenten algo. Si este perfeccionismo es verdaderamente extremado, no intentarán nada nuevo... Porque podrían no triunfar la primera vez.
EL PERFECCIONISMO ES ENEMIGO DEL ÉXITO....
Maxwell Maltz
0 notas:
Publicar un comentario